
A la orilla del mar al caer la noche los reflejos de las luces del puerto en el agua parecen pequeñas barcas a la deriva.
En su pensamiento, viajan juntos en una de ellas balanceándose sin rumbo en un infinito mar en calma.
Tiempo... el azar les ha unido... el destino les separará, y mientras cuatro pececillos de colores juegan a su alrededor, se miran fijamente viendo en la mirada del otro el puerto donde atracar.
2 comentarios:
muy lindo y sencillo ¿qué mas se puede pedir?
Me has hecho llorar, es precioso...
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