martes, 15 de julio de 2008

Si pudiera parar el tiempo

Si pudiera parar el tiempo...
lo haría en esa noche que llegaste a mi.
El deseo y el miedo caminaban juntos
dándose la mano por primera vez.

La mentira me asusta,
la verdad más,
la incertidumbre me inquieta
y la indecisión es mi dueña.

Esas dudas, aliadas del miedo,
grandes sombras que me paralizan,
desaparecen con tu recuerdo,
noche de luna llena.

Dilatada pupila celeste,
solitaria descansas en tu halo algodonoso
despertando pasiones
tiempo atrás olvidadas.

Como tú, aquí me encuentro,
fría, pálida, sola...
y enamorada de un astro
cuyo paso no alcanzo.

Mírame luna,
en tu fuerza está mi fuerza,
por tu brillo, suspiro,
esperanza de un ciclo que se puede cerrar.

En tu despertar tráeme su alegría,
devuélveme a la luz de aquella noche
para que el miedo y el deseo
me vuelvan a tender su mano.

En tu descanso llévate mi pena,
devuélveme a la luz de un día
en que sólo sonría,
y por mi risa... él viva.

lunes, 7 de julio de 2008



A la orilla del mar al caer la noche los reflejos de las luces del puerto en el agua parecen pequeñas barcas a la deriva.

En su pensamiento, viajan juntos en una de ellas balanceándose sin rumbo en un infinito mar en calma.

Tiempo... el azar les ha unido... el destino les separará, y mientras cuatro pececillos de colores juegan a su alrededor, se miran fijamente viendo en la mirada del otro el puerto donde atracar.